Reclaman a Macri que dialogue.
Por Andrés Pescara.
 
Distintos 
      sectores políticos y sociales claman para que el Jefe de Gobierno 
      de la Ciudad de Buenos Aires, el multimillonario Mauricio Macri (foto), 
      se digne a conversar con los sectores activos de la vida porteña. 
      En los dos años de gestión conduce la principal urbe argentina 
      como si fuera una de sus empresas, tomando las decisiones con la típica 
      arbitrariedad e insensibilidad de los patrones.
      Macri no solo no le gusta consultar sino que no lo hace. Le molestaba la 
      presencia permanente de Gabriela Michetti y por eso con Horacio Rodríguez 
      Larreta pergeñaron el sacársela de encima en las últimas 
      elecciones. Desde niño lo prepararon para ser jefe y patrón 
      y quienes ocupan ese espacio no se mezclan con los de abajo. Por ello tuvo 
      que perder dos elecciones y varias horas en un entrenamiento en una empresa 
      de relaciones públicas para que le enseñen a sacarse la papa 
      de la boca tan típica de los barrios selectos como la de parecer 
      natural cuando se juntaba en una vereda con personas a las que jamás 
      había tratado hasta que se lanzó a ser político.
      Acostumbrado a tener guardaespaldas, se armó la UCEP (Unidad de Control 
      del Espacio Público), una suerte de camisas negras fascistas que 
      se dedican a pegarle a los pobres e indigentes y largar a caminar en las 
      frías madrugadas a los sin techo que abundan en Buenos Aires. Cuando 
      hacen esos operativos los golpean y coordinadamente aparece un camión 
      recolector de residuos al que le arrojan las pocas pertenencias que tengan. 
      En uno de los casos quisieron tirar a un pobre que se les resistía 
      en la zona de Constitución.
      Ellos son así. Prepotentes. Tienen la soberbia del patrón 
      que mira a sus empleados u obreros como si fueran cabezas de ganado que 
      deben convertirse en dinero sin espacio para condolerse por ello. Quiere 
      sacar a los pobres de la zona sur que le molestan con sus problemas y con 
      sus votos en contra. El plan es encarecer la zona para que se tengan que 
      ir y lleguen los lindos como los rubiecitos que aparecen en 
      los festejos del PRO, la agrupación ultra derechista que inventó. 
      Quiere desmantelar los hospitales públicos con la excusa xenófoba 
      de que se llenan de provincianos, convertir al Moyano y al Borda en excelentes 
      negocios inmobiliarios. Desatender la educación pública, donde 
      casi 500 colegios no tienen gas y los niños pobres se 
      quedan cada vez más en la brecha, con profesores que se enferman 
      de frío y no tienen suplentes. Para que los pobres sean cada vez 
      mas pobres y que encima no molesten en las plazas, con rejas y con candados. 
      
      Para aumentar la fuerza de choque se viene con la Policía Metropolitana 
      y no le importa nada cuando designa a una comisario seudo fascista como 
      el fino Palacio, sospechado de corrupciones varias y de lesa 
      humanidad. Es duro y eso es lo único que le importa. 
      
      A los municipales les sacó una Obra Social para reemplazarla por 
      pre-pagas de medicina que atienden sus amigos de crianza y a D'Elía 
      lo hace enjuiciar por una marcha a pie durante unas horas mientras en la 
      misma ciudad una bebida energizante cortó un día completo 
      la Avenida 9 de Julio y los terratenientes se quedaron con medio Palermo 
      para instalar una pantalla gigante cuando festejaron con Champaña 
      la traición de Cobos a sus votantes.
      En definitiva, eso es Macri.
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      JULIO 2009-07-17
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