Programas de TV Mundus
Informe semanal conducido por Daniel do Campo Spada  | 
        Deportes en la conducción de Jorge Eduardo López  | 
      
Documentales y programas dedicados  | 
        Cristianas.  | 
      
Mil Historias. Fragmentos de la historia de la República Argentina.  | 
        Fragmentos de la historia del continente.  | 
      
|  
           
  | 
        Momentos que quedarán guardados.  | 
      
Repaso de notas de TV Mundus  | 
        Programa cultural de Josefina Treviranus.  | 
      
Negocios en los consejos de Guillermo De Vega.  | 
        El mundo de la educación según Alejandro Gimelli  | 
      
|  
           
  | 
        El mundo del espectáculo por Natalia Fascetta.  | 
      
TECUM
    NOVO MundusNET
    2000-2011
 
    
     Participa de las mejores subastas en 
    internet
    visitando MercadoLibre.com
Los chicos no deben ser policías.
BUENOS 
      AIRES.- El Profesor y trabajador social Norberto Ayalón, de la Facultad 
      de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires dio a conocer una 
      carta en la que explica y repudia la utilización de menores de edad 
      en prácticas increíbles de encuadramiento policial. El tema 
      tiene gran debate al llevar a los pequeños en una edad que debe ser 
      pedagógica y libre a estructurarlo dentro de instituciones dedicadas 
      a la represión.
      A continuación reproducimos la mencionada carta:
BASTA DE CHICOS POLICÍAS
      
      En noviembre de 2010 escribí una nota sobre Los niños 
      y niñas policías, la cual fue publicada en distintos 
      boletines y páginas digitales del país. En la misma hacía 
      referencia a la irradiación de variadas experiencias de Policía 
      infantil y Gendarmería infantil en las provincias 
      de Chubut, Salta y Misiones.
      Llamaba la atención acerca de la proliferación de estos programas 
      de involucramiento policial de los niños y niñas, existentes 
      en más de una decena de las provincias argentinas, lo cual implicaba 
      una suerte de militarización de nuestra infancia.
      Indudablemente, desde estas supuestas cándidas e inofensivas propuestas 
      se tiende a fortalecer y reproducir en la sociedad -desde la propia infancia- 
      un estilo de comportamiento cultural que privilegia una férrea disciplina 
      militarizada, basada en el orden, las órdenes y la rigurosa obediencia.
      Para ello se cuenta con la aceptación activa de algunos pocos y también 
      con la aceptación pasiva de la mayoría de la población, 
      que por diversas razones no llega a advertir los riesgos que estas prácticas 
      contienen y dejan de levantar una voz siquiera de alerta y rechazo ante 
      este avance, crecientemente extendido, que pretende imponer una concepción 
      militarista de la vida y la familiarización con las armas, aunque 
      no las porten ellos, desde la más temprana edad.
      La excusa para impulsar e irradiar estas experiencias policiales procura 
      centrarse en el eventual servicio que prestarían para la contención 
      de los niños marginalizados. Resulta imperioso enfatizar que 
      el lugar de los niños -pobres o no- está en la casa y en la 
      escuela (que en virtud de la Ley 1420 del siglo XIX establece la educación 
      obligatoria, laica y gratuita), y no en las brigadas, escuadras o cuerpos 
      policiales, bajo la estricta lógica de los entrenamientos y adoctrinamientos 
      militares.
      Como en tantas otras ocasiones, surge, con nitidez, la clásica y 
      perversa asociación de pobreza con delincuencia. El estigma, la duda, 
      el miedo, siempre recaen sobre los pobres y los humildes. Y, entonces, a 
      los niños pobres habrá que encauzarlos, reeducarlos, readaptarlos, 
      disciplinarlos, inculcarles valores netamente argentinos, porque 
      sino serán el peligro del mañana. 
      El reconocido especialista brasileño Edson Seda me comentaba, en 
      correspondencia personal del 24 de noviembre de 2010, que en Brasil 
      hemos tenido cosas parecidas, como niños patrulheiros 
      o guardinhas y otras denominaciones, organizadas por jueces 
      y ciertas ONGs del pasado. No lo tenemos más, porque todos los programas 
      de protección de la infancia tienen que ser aprobados por un Consejo 
      paritario (entre el mundo gubernamental y el no gubernamental) en cada municipio. 
      Este tipo de programas, en Brasil, son considerados hoy discriminatorios, 
      y los Consejos no los aprueban.
      Es evidente que se torna necesario introducir cambios progresivos en la 
      línea de la defensa de los derechos de la infancia y la adolescencia 
      y, al día de hoy, reparamos en una muy buena y significativa noticia: 
      siguiendo instrucciones del Ministerio de Seguridad de la Nación 
      la policía de Misiones desarticulará 32 entidades de policía 
      infantil que funcionan en esa provincia. La decisión ministerial 
      se fundamentó en requerimientos de organismos de derechos humanos 
      que señalaron que los niños y los menores de edad no 
      deben educarse dentro de ambientes de las instituciones de seguridad, nacionales 
      o provinciales.
      Es de desear que este impulso de recuperación de la sensatez, en 
      favor de la infancia y, a la vez, de la sociedad en su conjunto, se extienda 
      también a otras provincias como Catamarca, La Rioja, Jujuy, Mendoza, 
      San Juan, Neuquén, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes, 
      donde persisten -lamentablemente desde hace muchos años- experiencias 
      de militarización de niños, niñas y adolescentes.
do Campo Spada, 2011 (C)
      Redaccion@tvmundus.com.ar
      www.tvmundus.com.ar 
      www.ECOInformativo.com.ar 
      
      www.Komunicacion.com.ar 
      www.tvmundus.wordpress.com
      www.youtube.com/tvmundus
      www.facebook.com/tvmundus
      www.twitter.com/tvmundus 
      www.issuu.com/mundus
      ABRIL  
      2011-04-23
      TECUM  NOVO MundusNET Televisión
      Permitida su reproducción con mención de la fuente