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BUENOS 
      AIRES.- Cuatro países enfrentan hoy las urnas para elegir a sus representantes 
      en el marco de los sistemas democrático republicanos que los rigen. 
      Si no hubiera habido la hecatombe institucional del año 2001, la 
      Argentina estaría eligiendo al sucesor del ex Presidente De la Rúa. 
      En Uruguay, puede darse el histórico primer triunfo de la izquierda 
      del Frente Amplio. En Brasil, el oficialista Partido de los Trabajadores 
      puede perder la principal ciudad, San Pablo, en un ballottage que parece 
      favorable a los socialdemócratas. En Venezuela y Chile, los gobiernos 
      marchan rumbo a una ratificación de sus políticas en la renovación 
      de alcaldes y gobernadores.
      En Montevideo se vive un clima de casi seguro triunfo de Tabaré Vazquez 
      ante los candidatos Jorge Larrañaga (Blanco) y Guillermo Stirling 
      (Colorado), quienes esta vez no podrían repetir su maniobra de la 
      anterior elección, en la que el frenteamplista ganó en primera 
      vuelta pero perdió en la segunda ante Battle (alianza Colorado-Blanco). 
      La afluencia de votos a la izquierda, le permitiría también 
      tener mayoría en el parlamento, con el consiguiente beneficio para 
      su gestión de gobierno. 
      En Brasil, se está dando una relativa paridad entre tres partidos. 
      El de los Trabajadores (18 %), el Movimiento Democrático (17 %) y 
      el Socialdemócrata (16 %) marcan un escenario en el que todo se somete 
      a negociación, atando de esta manera las manos del Presidente Luiz 
      Ignacio Lula Da Silva.
      En Venezuela, se descuenta que el Movimiento Quinta República (MVR), 
      del Presidente Hugo Chávez obtenga otro resonante triunfo como los 
      que ya ha logrado en las nueve ocasiones en que enfrentó las urnas, 
      a pesar de la oposición golpista sostenida por Estados Unidos y el 
      impresentable ex mandatario español José Aznar.
      En Chile, Ricardo Lagos obtendría resultados tranquilizadores en 
      casi todas las regiones, quedando solamente a la expectativa Santiago, donde 
      la derecha pinochetista aún conserva peso electoral en los barrios 
      altos.
      Los resultados generales, consolidan un polo progresista en América 
      del Sur, luego de los 90 en los que predominaban los amigos de Washington. 
      Esto representa una oportunidad para consolidar los lazos del Cono Sur, 
      amenazados por las intenciones hegemónicas del ALCA (Area de Libre 
      Comercio) impulsado por Estados Unidos.
Octubre 2004-10-31 ©