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WASHINGTON.- 
      El titular de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos, George Tenet, 
      renunció a su cargo tras los desaciertos que la agencia encargada 
      del espionaje exterior tuvo en el tema Al Qaeda su principal talón 
      de Aquiles.
      El atentado a las torres gemelas de Nueva York, centro financiero y simbólico 
      del imperio norteamericano, no fue prevenido y a consecuencia del mismo 
      se iniciaron dos aventuras bélicas de grandes proporciones en las 
      cuales Estados Unidos ocupó Afganistán (mayor reserva mundial 
      de gas) e Irak (segundas reservas mundiales de petroleo). A pesar de ello, 
      aún no han podido hallar a Osama Ben Laden, supuesto factotum del 
      gran atentado. Ninguna excusa instrumentada ha podido disimular que la Casa 
      Blanca tenía la clara intención de quedarse con los dos países 
      mencionados por su importancia estratégica en la cada vez mas escasa 
      disponibilidad de energía en el planeta. La intención de democratizar 
      los pueblos sometidos se han desmentido desde las imágenes que el 
      periodismo (censura mediante) ha mostrado en los últimos meses. Nativos 
      humillados, explotados y en la miseria mas paupérrima son la consecuencia 
      de la ocupación.
      George Tenet había sido designado por el ex Presidente Bill Clinton 
      en 1997, a pesar de lo cual siempre se sintió muy cómodo con 
      la belicosidad extrema de George Bush (h). La renuncia le ha facilitado 
      a este último la dura visita a Europa, donde los gobiernos del viejo 
      mundo (excepto Italia) ven con recelo la aventura en Irak, de la cual ya 
      se han abierto los nuevos gobiernos de España y Polonia y siempre 
      han estado en contra los gigantes francés y alemán.
Junio 2004-06-05 ©