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CORDOBA.- 
      La justicia cordobesa determinó que la fumigación con edusolfan 
      y glifosato está considerada un delito penal cuando se hace a menos 
      de 500 metros de una zona urbana. Cuando esa actividad se realice desde 
      un avión, la distancia deberá ser de 1.500 metros.
      La lucha de las Madres de Ituzaingó tuvo eco en los tribunales 
      tras demostrar que cada familia tenía no menos de cuatro casos de 
      cáncer por causas ambientales y respiratorias. Los organismos de 
      derechos humanos denuncian que por muy poco dinero se utiliza a jóvenes 
      sin estudio para que hagan de bandera orientadora para las avionetas que 
      lanzan los pesticidas en los campos sojeros. Ante cada vuelta de las aeronaves 
      los mismos se corren catorce pasos hacia un lado sirviendo de guía 
      al piloto contratado. Los que están en tierra absorben los venenos 
      lanzados desde el aire.
ENERO 2009-01-14
      TECUM NOVO MundusNET Televisión
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