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GAZA.- 
      Casi un millón y medio de personas permanecen aterrados y prisioneros 
      de las tropas israelitas, que en las próximas horas podrían 
      comenzar una invasión terrestre tras cinco días de bombardeo 
      indiscriminado. Las víctimas fatales suman 500 palestinos a los que 
      se deben agregar casi 2.500 heridos. Los hospitales están desbordados 
      y no alcanzan las fuerzas materiales para repartirse en la defensa del territorio 
      y la atención a las víctimas. La comunidad judía de 
      Tel Aviv desoye el clamor del mundo para que detenga la primera matanza 
      del año.
      El accionar bélico de las hebreos tiene un carácter proselitista, 
      ya que está a pocos días de una elección de autoridades, 
      algo que no respetó nunca en Palestina, donde hace dos años 
      ganó Hamas. Desde ese momento, como no les gustó el voto de 
      los palestinos (la tierra de Jesús) no dejaron de agredir a uno de 
      los sectores del pequeño país. Los palestinos de Czisjordania, 
      liderados por el partido derrotado Al Fatah, pactaron con los israelitas 
      a cambio de sumisión política y reconocimiento del Estado 
      de Israel. Sin embargo, no se descarta que una vez que hayan ocupado nuevamente 
      uno de los territorios irán por el otro. 
      La evacuación de extranjeros hace preveer lo peor. En la frontera 
      los soldados judíos solo dejan salir a aquellos que no son palestinos, 
      quienes son devueltos nuevamente hacia el interior para que soporten lo 
      peor que aún está por ocurrir.
      El suministro de agua, luz, alimentos y medicamentos sigue bloqueado por 
      la tropas de Tel Aviv, que amenazaron a Egipto en caso de que este país 
      quiera abrir su frontera con Gaza. Durante unas horas, el Presidente Hosni 
      Mubarak permitió el ingreso de palestinos heridos, pero la amenaza 
      de Lipzi Livni, Ministra de Relaciones Exteriores de la comunidad judía 
      le obligaron nuevamente a cerrarlas.
      Un buque con casi 70 toneladas de ayuda humanitaria que se acercaba a las 
      costas de Gaza fue ametrallado por la aviación israelita y debió 
      buscar un puerto de emergencia en Egipto. Al día siguiente tres misiles 
      impactaron contra la casa de Nizar Ryan, dirigente de Hamas. Junto al él 
      murieron sus cuatro esposas y sus ocho hijos. En la víspera, una 
      bomba lanzada por un tanque mató a las cinco hijas de un hombre viudo, 
      quien habia perdido a su esposa en anteriores atentados sionistas. Nadie 
      puede explicar cuál ha sido el motivo del bombardeo de la Universidad 
      Islámica.
      
      ENERO 2009-01-02
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