Los ciudadanos y los muñequitos
de torta en la presión del campo.

Por Daniel do Campo Spada

“Si aprueban esa ley son cómplices”. “Nosotros les vamos a enseñar a legislar”. “Recuerden que tienen que volver a sus pueblos”. “Les vamos a hacer una visita a las casas”. Estas frases, por demás amenazantes, fueron proferidas por los dirigentes terratenientes de Federación Agraria Eduardo Buzzi y Alfredo De Angelis, de una de las asociaciones empresarias agopecuarias. Cuando la Presidenta Cristina Fernández trasladó al Congreso la sanción de una Ley para el tema de las retenciones, los desestabilizadores llevarán la violencia que expusieron en las rutas a las viviendas de los legisladores y a las bancas en las que están los representantes de todos los ciudadanos.
Claro que el concepto de todos a ellos, que se creen dueños del país, no les sirve. Si pudieran pedirían el voto calificado porque aunque su sector escasamente mueve el 5 % del PBI de Argentina creen que “todo se lo debemos al campo”. Un acólito coro de lumpens de las ciudades, junto a opositores sin rumbo a los que no les gusta la democracia, son el marco perfecto para deformar una realidad a todas luces perversa.
Los terratenientes son el sector que más se ha beneficiado de la política económica del gobierno, teniendo grandes rentabilidades gracias a un dólar artificialmente alto, un combustible artificialmente bajo (y para ellos subsidiado), con grandes masas de trabajadores campesinos en negro (en algunas zonas llega al 84 %), cobrando el sueldo sectorial más bajo de todos los empleos del país, contaminando el medio ambiente con insecticidas poderosísimos, destruyendo un suelo que es patrimonio de todos (mas allá de los títulos de propiedad), comprometiendo la soberanía alimentaria (por culpa del creciente monocultivo de soja) y evadiendo casi el 50 % de su actividad (con lo que ello implica de menos recursos para educación, salud y viviendas). La solidaridad no está en personas que pueden hacer eso sin el más mínimo sentido de remordimiento crisitiano.
Los últimos acontecimiento de cortes de ruta violentos pusieron al país en vilo. Nadie se podía desplazar libremente, contradiciendo el más elemental de los derechos constitucionales. Claro que “ellos” se creen los dueños y los dueños no piden permiso. Poco falta como para que tuviéramos los ciudadanos que darles las gracias por dejarnos estar en nuestro propio país. Una auténtica arrogancia de la que mucho saben sus empleados.
El Presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) Juan Lascurain dijo que por la falta de insumos y la interrupción de las cadenas de distribución muchas empresas tuvieron que suspender personal. Cuando esto ocurre, el cobro del salario se reduce al 75 %, aunque esto seguramente no preocupe al mediático y futuro candidato del PRO (macrista) Alfredo De Angelis.
La Dirección de Derechos Humanos del Gobierno de la Provincia de Mendoza dijo que la falta de alimentos por culpa del lockout terratteniente y el bloqueo de rutas es una auténtica violación a los derechos de las personas, perjudicando notablemente a los menos pudientes.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) manifestó que les costará mucho pagar normalmente los impuestos, ya que en medio de la paralización notoria prefirieron no suspender al personal a pesar de la inactividad. Mas allá del daño que estas empresas pueden sufrir, con el consiguiente peligro en la continuidad de sus puestos de trabajo, también caería la recaudación, que es desde donde (aunque a Buzzi y De Angelis no les preocupe en su egoísmo) se mantiene la infraestructura social del país.
El Secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron, dijo que las refinerías de ESSO y Petrobras en Campana y San Lorenzo respectivamente deberían suspender sus actividades por fakta de elementos a refinar. A este repudio se agrega la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica.
Ahora viene otra lucha, en la que la presión pasará al Congreso. La ciudadanía debe estar atenta a que los representantes (que son de todos y no solo de los que tienen la tierra) puedan trabajar en beneficio de todos, porque de lo contrario una vez más TODOS los argentinos seríamos apenas el muñequito de la torta.

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Junio 18-06-21