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Un resbalón presidencial

Desde el primer día en que asumió, el Presidente Eduardo Duhalde utilizó la muletilla de la "bomba de tiempo" que era la Argentina, en la que un error podría causar una explosión inmanejable. Hace una semana, hubo errores en el corte de algunos cables que han disparado el secuenciador, que hasta ahora se movía implacable pero en forma mas lenta. Cuando la Corte Suprema dictó la inconstitucionalidad del corralito a pocas horas del lanzamiento del "plan" del Ministro Jorge Remes Lenicov, hubo un fastidio porque todos esperábamos escuchar las buenas noticias que después no fueron.

Los deudores que superaban los topes marcados en la Ley de Emergencia Pública respiraron cuando el titular de Hacienda les dijo que se les pesificaba, aunque fueron pocos los que se dieron cuenta en ese momento de la indexación a que serían sometidos TODOS, y no solo los que tomaron créditos mas altos en dólares. Un cable mal cortado, porque muchos argentinos perderán sus casas, autos y hasta las empresas. Un asesor del Ministerio de Economía me aseguró que en los cálculos del Gabinete económico están seguros que no habrá una espiral inflacionaria por la sencilla razón de que al congelar los salarios no habrá demanda que lo permita. Entonces...¿no habrá reactivación ni nuevos asalariados?

Los ahorristas en moneda extranjera también serían pesificados, con un índice de actualización mas el $ 1,40 inicial, pero a cobrar recién a partir del 2003. Entonces, ¿para que les pesificaron? Otra cable mal cortado.

En los primeros días posteriores al aciago domingo, en que el propio gobierno anunciaba la flotación del Peso, no pudo salir del feriado cambiario por temor a un desplome de la moneda nacional. Pero generó una expectativa devaluatoria que ha frenado todo intercambio de insumos con el exterior, con diversos desabastecimientos, entre los cuales se destaca peligrosamente el sector de la salud, donde escasean medicamentos y prótesis (y donde ya se suspendieron la mayoría de las cirugías programadas).

El anterior Presidente anunció en solo siete días lo que muchos gobiernos no pudieron hacer en años, pero mostraba mas velocidad en la implantación de nuevos planes de trabajo. Aunque en el "plan" se anunciaron el mantenimiento de tres planes sociales básicos nadie ve un derrame de nuevos empleados que empiecen a reactivar el "planchado" mercado externo. El externo no existe por dos razones. No se pueden colocar tan rápido las mercaderías argentinas y con la devaluación sola no alcanza, ya que a nuestras empresas les falta una "marca Argentina" que se asocie con calidad, capacidad de exposición en el exterior (función fundamental del servicio exterior). Y ninguna empresa es exportadora hasta que es "grande" en su mercado interno, ya que no cuenta con el dimensionamiento estructural necesario.

Y para terminar, el Gobierno de Duhalde se encierra en temas que no son los que ahora le preocupan al ciudadano, ya que la gente no quiere reforma política sino baja violenta del gasto burocrático y rápida reactivación. Si no se entiende esto, se siguen cortando mal los cables y la bomba puede explotar para cualquier lado, como ya lo alientan algunos rumores de grupos intencionados que hablan hasta de golpe de Estado.

Por Lic. Daniel do Campo Spada ©
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Febrero 2002-02-08


 

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