Programas de TV Mundus a la carta
Informe semanal conducido por Daniel do Campo Spada  | 
        Deportes en la conducción de Jorge Eduardo López  | 
      
Documentales y programas dedicados  | 
        Cristianas.  | 
      
Mil Historias. Fragmentos de la historia de la República Argentina.  | 
        Fragmentos de la historia del continente.  | 
      
|  
           
  | 
        Momentos que quedarán guardados.  | 
      
Repaso de notas de TV Mundus  | 
        Programa cultural de Josefina Treviranus.  | 
      
Negocios en los consejos de Guillermo De Vega.  | 
        El mundo de la educación según Alejandro Gimelli  | 
      
|  
           
  | 
        El mundo del espectáculo por Natalia Fascetta.  | 
      

    Home 
    |TV a la Carta | Tv 
    en Línea |
    Tv a Demanda 
    
Director: Lic. Daniel do Campo Spada (2000-2013)
Las guerras de Obama no se toman vacaciones
 
    
Amy Goodman y Denis Moynihan.
Mientras la familia Obama se prepara para pasar las vacaciones en la isla 
      Marthas Vineyard, alguien debería recomendarle al Presidente 
      que lleve el libro Trampa 22 (cuyo título original en 
      inglés es Catch-22) como lectura de verano. Esta clásica sátira 
      contra la guerra del escritor Joseph Heller, publicada en 1961 y basada 
      en las experiencias del autor como piloto de un avión de combate 
      en la Segunda Guerra Mundial, lamentablemente es muy pertinente en la actualidad, 
      cuando las guerras de Obama en Afganistán y otras partes del mundo 
      continúan prolongándose.
      El título de la novela de Heller hace referencia a la regla de un 
      régimen militar ficticio, según la cual solamente es posible 
      escapar al servicio militar si se es loco, pero si se solicita ser exonerado 
      del servicio militar se considera que la persona es cuerda y, por tanto, 
      tiene el deber de servir en el ejército, lo que deja a los personajes 
      atrapados en un callejón sin salida. Heller escribe en su libro Sólo 
      había una trampa, y era la 22, que establecía que preocuparse 
      por la propia seguridad ante peligros reales e inmediatos era un proceso 
      propio de mentes racionales. Orr estaba loco y podían retirarlo del 
      servicio; lo único que tenía que hacer era solicitarlo. Y 
      en cuanto lo hiciera, ya no estaría loco y tendría que cumplir 
      más misiones.
      Barack Obama presentó su candidatura a las elecciones primarias de 
      Estados Unidos de 2008 como la alternativa contra la guerra. Su principal 
      rival era Hillary Clinton, cuya nominación como candidata a la presidencia 
      por el Partido Demócrata parecía inevitable. Algunos años 
      antes, en un discurso pronunciado en Chicago el 2 de octubre de 2002, Obama 
      declaró su oposición a la inminente invasión de Irak 
      y la denominó una guerra tonta, una guerra precipitada, una 
      guerra no basada en la razón sino en la pasión, no basada 
      en principios sino en la política. Como miembro del Senado 
      de Estados Unidos, Obama prometió obstruir todo proyecto de ley que 
      otorgara inmunidad retroactiva a las grandes empresas de telecomunicaciones 
      que cooperaron en el programa del Gobierno de Bush de escuchas telefónicas 
      de ciudadanos estadounidenses sin órdenes judiciales. Y el mismo 
      día en que asumió la presidencia por primera vez, como recordarán, 
      Obama prometió cerrar la prisión de Bahía de Guantánamo.
      ¿Puso Obama fin a la guerra de Irak? Definitivamente no, al menos 
      no para los iraquíes. Julio fue uno de los meses más sangrientos 
      en el país desde el aumento de la insurgencia contra el Gobierno 
      iraquí impuesto por Estados Unidos. En lo que va del año, 
      más de 4.000 iraquíes han muerto, la mayoría en ataques 
      con bomba contra civiles, y alrededor de 10.000 resultaron heridos en ataques 
      de suníes contra chiíes o viceversa. El 22 de julio, hubo 
      un ataque militar insurgente contra la prisión de Abu Ghraib, que 
      se hizo tristemente célebre hace diez años por las fotos estremecedoras 
      de abusos contra prisioneros por parte de soldados estadounidenses. Quinientos 
      prisioneros fueron liberados durante el ataque, entre ellos varios líderes 
      de al-Qaeda. La organización Transparency International clasificó 
      al gobierno de Irak como el séptimo gobierno más corrupto 
      del mundo, por encima de Sudán, Afganistán, Corea del Norte 
      y Somalia. Trece soldados estadounidenses murieron en Afganistán 
      en julio, entre ellos Caryn Nou, una soldado de 29 años que tenía 
      dos hijos.
      La adopción de Obama de un Estado de vigilancia es ahora evidente, 
      tras las revelaciones del informante de la Agencia de Seguridad Nacional 
      Edward Snowden. En diciembre de 2007, la oficina del entonces senador Obama 
      emitió un comunicado de prensa que afirmaba El senador Obama 
      se opone firmemente a otorgar inmunidad retroactiva a las empresas de telecomunicaciones 
      y ha apoyado la iniciativa del senador Dodd de eliminar esa disposición 
      del proyecto de ley FISA. Otorgar dicha inmunidad va en contra de las 
      protecciones constitucionales que los estadounidenses esperan que el Congreso 
      defienda. El senador Obama apoya la obstrucción de este proyecto 
      de ley y exhorta a otros legisladores a que hagan lo mismo. Eso decía 
      el comunicado de prensa publicado en su sitio web. Meses más tarde, 
      Obama no solo no obstruyó el proyecto de ley, sino que votó 
      a favor de él. Ahora, el Presidente Obama se niega a reunirse con 
      el Presidente Vladimir Putin el mes próximo en Rusia, debido a que 
      Putin otorgó asilo temporal a Snowden.
      Además, está la prisión de Guantánamo. Cien 
      de los 166 prisioneros que están detenidos allí llevan seis 
      meses en huelga de hambre. El Pentágono está alimentando a 
      muchos prisioneros por la fuerza. Se ha autorizado la liberación 
      de ochenta y seis de ellos. La mayoría de los 166 nunca fueron acusados 
      y algunos permanecen detenidos en esas condiciones desde hace más 
      de 11 años. Dicen que hay una desesperación generalizada entre 
      los prisioneros, tanto que preferirían morir de hambre antes que 
      tener que soportar más de lo mismo. El Presidente Obama afirmó 
      en abril: No quiero que estas personas mueran. Obviamente el Pentágono 
      está tratando de manejar la situación lo mejor posible, pero 
      creo que todos deberíamos reflexionar sobre por qué estamos 
      haciendo esto. De modo que hace que los alimenten por la fuerza para 
      mantenerlos con vida, sin acusación, sin un final en vista. Aunque 
      el Gobierno de Obama libere a dos prisioneros, un plan que el Secretario 
      de Prensa, Jay Carney, reveló el viernes pasado, aún quedan 
      164 prisioneros languideciendo ahí.
      Antes de salir de vacaciones, el Comandante en Jefe Obama pronunció 
      un apasionado discurso a los infantes de marina de Camp Pendleton, California. 
      En otro lugar, el soldado Bradley Manning asistió a otro día 
      de su audiencia de condena. El protagonista del libro de Joseph Heller Trampa 
      22, el capitán Yossarian, sostiene a un compañero moribundo, 
      casualmente llamado Snowden, que muere en sus brazos. La experiencia suscita 
      la oposición de Yossarian a la guerra. Del mismo modo, Bradley Manning 
      fue a la guerra, detestó lo que vio y tomó medidas al respecto, 
      al filtrar documentos para generar un debate a nivel nacional.
      La descripción de Heller de la guerra, cruda y descarnada, si bien 
      se basó en su propia experiencia, es parte de la ficción, 
      mientras que las guerras de Obama, sus ataques con aviones no tripulados, 
      su guerra contra los informantes, son muy reales.
© 2013 Amy Goodman
      Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: 
      María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
      Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional 
      que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión 
      en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora 
      del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios 
      en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde 
      Diplomatique Cono Sur.